Un fisioterapeuta animal utiliza técnicas manuales como masajes, estiramientos y movilizaciones, métodos electrofisiológicos como ultrasonidos y estimulación eléctrica, así como técnicas de terapia de ejercicio y terapia ocupacional para ayudar a los animales a recuperar su forma física.
Un fisioterapeuta animal trabaja en estrecha colaboración con el veterinario para ofrecer un tratamiento integral. El tratamiento se adapta individualmente a las necesidades del animal para aliviar el dolor, mejorar la movilidad y fomentar el bienestar.